Su llegada sorprendió.
Su llegada asustó
Su llegada enojó.
Su llegada asqueo.
Su llegada desempleo.
Su llegada trajo consigo la muerte física para muchos.
Su llegada trajo desesperación y pánico.
Su llegada trajo a la banca rota negocios, empresas.
Su llegada trajo consigo el colapso económico para hogares, industrias y países.
Su llegada no discriminó raza, religión, estatus, ideologías, sexo, al fina ni edad o grupo generacional. En su lista todos somos potenciales candidatos.
Su llegada pudo quitarnos muchas cosas, pero...
JAMAS, JAMAS, JAMÁS...
Jamás nos arrancará la fe y la esperanza de un mañana mejor.
Jamás nos arrancará el amor por los nuestros y que ese amor será la gasolina para volver a empezar...
Jamás nos arrancará el ADN que llevamos en la sangre, una sangre guerrera hijos de un gran imperio que ha trascendido en la historia y fronteras.
Jamás nos arrancará la garra y el coraje de querer salir adelante, aún de la nada.
Jamás nos arrancará la fuerza y el temple con el que hoy DIOS SOSTIENE, a su mas hermosa y perfecta creación EL HOMBRE.
Y, si DIOS contigo y conmigo, quien contra nosotros.
Psic. Cárol Leyla Pérez Rodríguez
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